Los robots llevan décadas en la industria del automóvil. Han soldado, prensado y ensamblado piezas sin descanso. Pero pese a esa larga trayectoria, muchas tareas seguían en manos humanas. Eso está empezando a cambiar. Los robots son cada vez menos torpes: son más hábiles, más versátiles y, lo más importante, mucho más baratos de fabricar. Y eso abre la puerta a una nueva fase.
Hyundai quiere estar al frente de ese cambio. En su nueva planta HMGMA (Hyundai Motor Group Metaplant America), situada a las afueras de Savannah (Georgia, EEUU), la compañía se ha propuesto automatizar el 40% del proceso de ensamblaje de vehículos antes de que termine 2025. Según recoge Nikkei Asia, el objetivo es transformar esta fábrica en un entorno inteligente, donde la inteligencia artificial y los datos sean clave desde la logística hasta el montaje final.
Un ecosistema conectado y flexible. La planta está pensada no solo como una línea de montaje, sino como una demostración de todo lo que Hyundai es capaz de hacer con tecnología. La marca la define como “un sistema de fabricación altamente conectado, automatizado y flexible”, preparado para adaptarse a los cambios en la demanda y optimizar cada fase del proceso.
Por eso no es casualidad que arranque centrada en la producción de vehículos eléctricos e híbridos, con una capacidad inicial estimada de 100.000 unidades al año, que crecerá hasta los 500.000 cuando esté a pleno rendimiento. La Metaplant aspira a convertirse en uno de los referentes de la industria automovilística del presente y del futuro.
Atlas entra en escena. En ese despliegue tecnológico, el foco está sobre un protagonista muy concreto: Atlas, el robot humanoide de Boston Dynamics. No es un robot cualquiera. Es un modelo completamente eléctrico, diseñado para moverse como un humano y trabajar en el mismo espacio que los humanos.

Atlas es el sucesor del famoso modelo hidráulico que veíamos hacer volteretas mortales. Pero esta vez, el enfoque es otro. Está preparado para levantar objetos pesados, instalar piezas y adaptarse a lo que ocurra a su alrededor en tiempo real. Hyundai lo describe como un robot con “inteligencia atlética”, y eso se traduce en sensores, algoritmos y una estructura pensada para tareas complejas que hasta ahora solo podía hacer una persona.
Boston Dynamics ya forma parte del grupo Hyundai. Este movimiento tiene sentido porque Boston Dynamics no es un socio cualquiera: es parte del grupo Hyundai desde 2021. Desde que se hizo con la compañía, la firma surcoreana ha ido integrando su tecnología dentro de su visión de “progreso para la humanidad”. Una visión que incluye coches autónomos, movilidad aérea urbana, robótica en la logística y, por supuesto, nuevas formas de fabricar.
Boston Dynamics lleva años trabajando con robots bípedos y cuadrúpedos, y ahora se enfrenta al reto de llevarlos al terreno comercial. Si Atlas funciona en esta planta, marcará un antes y un después. Porque ya no se trata solo de impresionar en un vídeo viral: se trata de que un robot sea útil y productivo a gran escala.
¿Qué tareas realizarán los robots? Hyundai no ha detallado todos los trabajos que asumirá Atlas, pero, según el mencionado periódico asiático, sí ha confirmado algunos: mover objetos pesados, instalar puertas en los vehículos y colaborar en tareas físicas que requieren fuerza y precisión.

El objetivo es claro: liberar a los operarios humanos de trabajos repetitivos o exigentes. Ahora bien, eso no significa que Atlas sea igual de ágil que un operario experto. Por ahora, no lo es. Basta con ver algunos vídeos de líneas de montaje para preguntarnos si los robots serán igual de hábiles que los humanos.

Atlas no será el único en la planta. También se desplegarán los ya conocidos Spot, los robots con forma de perro que también fabrica Boston Dynamics. Su función será vigilar líneas de producción, inspeccionar carrocerías e identificar posibles defectos estructurales. Y a su lado convivirán sistemas de automatización más clásicos: robots de soldadura, prensas y maquinaria pesada.
Un contexto marcado por la guerra arancelaria. Este despliegue no ocurre en el vacío. Llega en plena guerra comercial entre Estados Unidos y China. La administración Trump ha impuesto un arancel del 145% a muchos productos procedentes de China y mantiene una tasa base del 10% para la mayoría de socios comerciales, incluida Corea del Sur.
Por eso Hyundai ha decidido apostar fuerte en territorio estadounidense. Ha anunciado una inversión de 21.000 millones de dólares en Estados Unidos durante los próximos cuatro años. Una estrategia que busca proteger su posición en el mercado norteamericano y, al mismo tiempo, ganar margen de maniobra frente a la incertidumbre geopolítica.
Eso sí, automatizar más no significa necesariamente contratar más. La expansión de Hyundai llega acompañada de una fuerte robotización. Y eso plantea preguntas sobre el empleo. ¿Se contratarán menos operarios? ¿Surgirán nuevos roles dentro de las fábricas? El avance es indiscutible, aunque no garantiza nuevos puestos de trabajo.
Imágenes | Hyundai
En Xataka | Duolingo inaugura una nueva era: cuando el talento humano ya no es imprescindible
Ver 4 comentarios